Una de las confusiones más comunes está en diferenciar entre comprar a crédito con tarjeta y pagar en cuotas, ya que aunque ambos implican financiamiento, la forma en que impactan tus finanzas puede ser muy distinta.
Por eso, a continuación, te explicamos esta diferencia para que puedas tomar decisiones financieras más inteligentes y alineadas con tus objetivos.
Comprar con tarjeta de crédito: compromiso a corto plazo
Cuando haces una compra con tu tarjeta de crédito, el banco te está prestando el dinero, con la expectativa de que le devuelvas el monto total en la fecha límite de pago. Si pagas antes del corte o dentro del período de gracia, que generalmente es de 30 días, no se te aplica interés, y este puede ser un excelente método de pago para aprovechar beneficios como acumulación de puntos o cashback.
Pero aquí viene el riesgo, si compras algo que no tenías presupuestado y no logras cubrir el pago total antes del vencimiento, entrarás en un ciclo de intereses, afectando no solo tu presupuesto, sino también tu historial crediticio.
Pagar en cuotas: planificación a mediano plazo
Por otro lado, pagar en cuotas es una forma de financiamiento más estructurada, en donde estás aceptando desde el inicio un plan de pago dividido en partes iguales durante un período determinado de 3, 6, 12 y hasta 36 meses. Este tipo de modalidad suele tener una tasa fija, como el 24% anual que en estos momentos tiene Cuotas Popular, lo que te permite saber exactamente cuánto pagarás cada mes.
El gran beneficio de las cuotas es la previsibilidad, ya que si el artículo o servicio está fuera de tu presupuesto mensual, dividir el pago en cuotas te da un margen para organizarte, sin comprometer de golpe tu liquidez. Recuerda que no se trata de comprar más, sino de comprar mejor, con consciencia y sin improvisación.
¿Cuál es la mejor opción?
La respuesta va a depender de tu nivel de organización y de tus metas financieras, ya que si tienes disciplina y pagas el total de tu tarjeta cada mes, puedes usarla como una aliada, pero si prefieres seguridad y visibilidad sobre tus pagos, las cuotas son una opción más saludable y menos riesgosa.
Hoy en día, ser financieramente inteligente no se trata solo de ahorrar, sino de tomar decisiones acertadas. Por eso, te invito a conocer más sobre cómo aprovechar tu tarjeta de crédito sin caer en errores comunes, visitando nuestra Academia de Finanzas con Propósito y accediendo gratis al curso “La tarjeta de crédito, su propósito de uso y beneficios”.
Porque cuando entiendes cómo funcionan las herramientas financieras, el miedo se transforma en poder. Y ese poder es clave para tomar el control de tu bienestar económico.