Un fondo de emergencias, tu mejor decisión


Un fondo de emergencias es tener ahorrado de tres a seis meses tus gastos fijos imprescindibles, es decir, aquellos a los que no puedes renunciar. Por ejemplo, alquiler de casa, alimentación, colegiatura y los servicios básicos.

Ten claro que la vida da muchas vueltas y lo que hoy das por sentado, mañana puede cambiar. Pueden ocurrir cambios importantes e inesperados, a los que solo se les puede hacer frente con un fondo de este tipo.

Por eso te damos algunas recomendaciones para iniciar a crearlo o que, si ya lo tienes, aprendas a manejarlo.

Mantén la calma. Que la tranquilidad sea tu mejor aliado en un momento de incertidumbre y que logres llevarla a tu ritmo. No tomes decisiones basadas en la experiencia de otros ni por el pánico del momento. 

Apégate a un presupuesto. No es el momento de gastar libremente. Tienes que asegurarte de gastar solo lo básico, lo necesario para vivir. Y presupuestarte para 90 días. 

Ahorra. Aunque parezca extraño siempre se puede ahorrar y no precisamente sacando una partida de algún ingreso, sino, recortando gastos.

Aprovecha los beneficios de cualquier tipo. Busca cupones, tus millas o las ganancias generadas por tus productos financieros. 

Compra solo lo fundamental. Si vas al supermercado, solo compra lo básico. No compres por gusto. Revisa tu despensa y enlista lo necesario. Una buena opción es hacer un menú semanal y evitar visitar el supermercado con hambre. 

No asumas deudas innecesarias. Evalúa bien si es necesario endeudarte. buenas opciones de financiamiento están hechas para las personas que realmente tienen esa necesidad.

Elimina los gastos innecesarios. Evita los gastos innecesarios, o gastos hormigas. En este momento olvida las clases extracurriculares, ir al salón o comer fuera de la casa. Elimina todas las suscripciones de entretenimiento. Si es posible, solo deja la luz, el agua y el teléfono. Establece prioridades.  

Evita las invitaciones. Aunque no queramos, salir implica gastar. Evítalas, a menos que sean encuentros caseros, que siempre resultan más económicos o planificaciones grupales. 

Habla con una persona de confianza. Es un momento difícil, siempre debes contar con una persona de confianza con la que puedas hablar y desahogarte y que sea para ti una recarga de energía y buen ánimo.

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